-
13 Aug 0
Actualmente diversos municipios se encuentran en el proceso de instalar, o de planear proyectos para migrar su tecnología de iluminación pública hacia las luminarias de LEDs.
El argumento de la migración es generalmente el menor gasto de energía, y el proyecto se estipula comúnmente para pagarse con los ahorros que se obtengan mes tras mes.
Los proveedores garantizan un ciclo de vida de entre 10 y 20 años para las lámparas; el Municipio espera que éstas funcionen al 100% durante los años previstos, y la población, conociendo que la inversión fue elevada, espera recibir beneficios tanto en iluminación, como en complementarios derivados del ahorro.
Las luminarias LED ofrecen grandes ventajas, pero esta tecnología relativamente nueva se ha aplicado bajo condiciones de suministro eléctrico o instalaciones a menudo inestables, y en algunos casos las luminarias han fallado en tiempos muy cortos, causando la molestia del Municipio y la desaprobación de la ciudadanía.
La solución a estos problemas es agregar al proyecto una serie de inversiones complementarias, mucho menores en costo en comparación con la inversión inicial del proyecto:
1.- SISTEMA DE TELEGESTIÓN
Un sistema de telegestión permite medir con gran precisión el ahorro obtenido por las luminarias en comparación con el gasto anterior, y ofrece por si solo ahorros que permiten justificar el pago mensual de la inversión inicial. Además, permite detectar problemas eléctricos en cada circuito antes de que estos generen un problema que dañe de manera permanente las lámparas.
Es importante que el sistema que se seleccione mida la potencia y no la calcule con fórmula, ya que las lámparas de LEDs son de potencia constante: al subir el voltaje baja la corriente, y viceversa.
2.- SUPRESORES DE PICOS
Los supresores de picos son indispensables en cada sistema de iluminación pública con luminarias de LEDs. Esto se debe a que el sistema de suministro eléctrico puede presentar numerosos picos de voltaje, inducidos por la cercanía de líneas de alta tensión o por descargas atmosféricas.
Los picos de voltaje dañan fácilmente los balastros electrónicos usados en luminarias de LEDs. Por lo tanto, si no se instalan supresores se corre el riesgo de fallas catastróficas, como ha sucedido en algunos municipios de México.
3.- CABLES Y CÁPSULAS DE TIERRA
Los cables de tierra permiten al sistema drenar a tierra la corriente asociada con los picos de voltaje o fugas de corriente, evitando que el sistema quede ‘flotando’ eléctricamente y termine por dañar las lámparas una por una, o el circuito completo de LEDs.
Los cables y cápsulas de tierra deben ser de fabricación especial para asegurar su correcto funcionamiento. Lo mismo aplica a los supresores de picos, mismos que sin una instalación de tierra adecuada no servirán de nada.
4.- REVISIÓN DE CABLEADO
En instalaciones muy antiguas, mal hechas o realizadas con materiales de baja calidad, se ha encontrado que las fugas de corriente generadas por aislamientos de cable defectuosos o desgastados incrementan la facturación de consumo eléctrico entre un 6% y un 8%.
Estas fugas de corriente representan un desperdicio de energía que no se transforma en luz por parte del municipio, convirtiéndose prácticamente en ‘dinero tirado a la basura’.
Para evitar estas fugas se recomienda que en el paquete de inversión se incluya una partida de ‘revisión de cableado’, y que se repare en la medida de lo posible los aislamientos que se dañen.
Los daňos causados a las luminarias de LEDs por los picos de tensión pueden evitarse. Para garantizar la vida útil del driver y de la luminaria de LEDs, empresas especializadas, como Lumidim en México, han desarrollado un sistema que elimina los sobrevoltajes que dañan los drivers. Ello protege los equipos, permitiéndo así una larga vida de los mismos.
Ing. Raúl Quintero de la Garza
Director de Tecnología
Lumidim de México, SA de CV
###
Leave A Comment
You must be logged in to post a comment.